Apolo I

Apolo I
Apolo I - Originalmente llamado Apolo/Saturno-204 (AS-204), estaba planeada para ser la primera misión tripulada del Programa Apolo, prevista para ser lanzada al espacio el 21 de febrero de 1967. Sin embargo, el 27 de enero de 1967, un incendio durante unas pruebas previas al vuelo ocasionó el fallecimiento de la totalidad de su tripulación.
La tripulación del Apolo 1 estaba compuesta por el comandante Virgil Grissom (apodado Gus) y los pilotos Edward White y Roger Chaffee. Iban a ser la tripulación de la primera misión del programa Apolo. En honor a ellos, la NASA renombró Apolo 1 a la misión.
Las pruebas prevuelo consistían en crear una atmósfera presurizada de oxígeno puro. Un cortocircuito en un cable mal aislado provocó un incendio que se extendió muy rápidamente, casi de forma explosiva, matando a los astronautas por asfixia en sólo 17 segundos. La falta de un sistema de escape de emergencia en la escotilla de la cápsula contribuyó en parte al desastre. Tras el estudio del accidente se encontraron numerosos fallos de seguridad. Al desmontar la cápsula encontraron herramientas abandonadas. El uso de una atmósfera de oxígeno puro en tierra hacía que fuera extremadamente inflamable el numeroso velcro empleado en la cápsula y que un fuego se propagara fulminantemente. También los trajes de nailon se demostraron ineficaces para contener el fuego. El simulacro tuvo varios problemas menores que provocaron grandes retrasos, hasta que una falla general de las comunicaciones obligó a detener la cuenta regresiva a las 5:40 de la tarde. Los cosmonautas permanecieron sentados en sus asientos esperando la reanudación de la prueba. Luego de 51 minutos de espera, una voz desesperada (se cree que la de Chaffee) apareció en los auriculares de los técnicos de Control de Tierra: "Fuego. ¡Huelo fuego!". Dos segundo más tarde se escuchó la voz de White: "¡Fuego! ¡Fuego en la cabina!". El incendio arrasó la cabina en diecisiete segundos (el momento en que se oyó expirar al último de los tripulantes). En ese instante todos los datos de telemetría desaparecieron de las pantallas.
No se pudo salvar a los astronautas, pero las filmaciones demuestran que se intentó con desesperación. La escotilla se abría hacia adentro, pero para ello había que vencer la presión interna, que era superior a la exterior (como en todas las naves espaciales). Los astronautas (que se estaban quemando vivos) hubiesen debido liberar la presión mediante una válvula para que el equipo de rescate consiguiera auxiliarlos. Con sólo 17 segundos de vida y la atmósfera de la nave en rabiosa combustión, es evidente que no pudieron hacerlo. Los rescatistas forzaron la puerta de la escotilla sólo a los 5 minutos de iniciado el fuego, pero Chaffee, Grissom y White ya habían muerto a causa de la inhalación de humo y las quemaduras.
Todo el programa Apolo fue sometido a una investigación exhaustiva a partir de la tragedia: se pudo determinar que el fuego se inició en un manojo de cables que corría hacia la izquierda en el tablero de Grissom, a pocos centímetros de su rostro.
La investigación determinó cambios profundos en el diseño y en los materiales de las naves Apolo: el oxígeno se reemplazó por aire comprimido, se introdujeron materiales ignífugos en toda la cápsula y se diseñó una nueva escotilla de emergencia que se abría hacia fuera.
Lo irónico de la historia es que en el primer vuelo de Grissom, y segundo vuelo espacial americano durante el programa Mercurio, la escotilla pirotécnica de la nave salto al poco de amerizar, sin que haya quedado nunca clara la causa que lo provocó. La cápsula se perdió en el mar y no fue recuperada hasta 1999. La excelente conservación de la nave no ha servido para aclarar nada del incidente. A pesar de las protestas de inocencia del piloto, en su día se sospecho que el propio Grissom podía haber disparado, accidental o intencionadamente, el sistema pirotécnico. Al final se rechazo esta hipótesis entre otras cosas porque el astronauta no mostraba el hematoma que, a consecuencia de la fuerza que había que hacer para lanzar la escotilla, presentaban todos los que le daban a la pieza de liberación. Para evitar nuevos accidentes modificaron la escotilla eliminando la liberación rápida pirotécnica, y esto hizo que el propio Grissom muriera en ese accidente del Apolo 1, sin que pudieran rescatarle a tiempo desde fuera. Tras este suceso, la NASAtuvo que rediseñar casi por completo el módulo de mando antes de poder garantizar su uso en misiones tripuladas, e implantó un sistema de premios para mejorar la seguridad de las misiones, el Premio Snoopy.

No hay comentarios :

Publicar un comentario